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082 _a861 RUY
100 _aRuy Sánchez, Alberto
245 _aEl silencio del gato
260 _aMéxico
_bEdiciones Era
_c2025
300 _a117 p
_c19 x 14 cm
500 _aColección Seminario de Literatura
520 _aEl gato no es nuestro. Gentil, permite que vivamos con esa ilusión, pero quienes lo amamos sabemos que la posesión de una vida ajena es un espejismo. Si la posesión fuera posible, seríamos nosotros quienes le perteneceríamos. El gato acompaña y mira desde la distancia insalvable que los humanos creamos cuando nos separamos de los animales, y nos invita a disolverla. Algunos, por momentos, lo logran. Pero para atravesar esa distancia, esa nostalgia del Paraíso “hay que ser un poco gato”. Alberto Ruy Sánchez nos recuerda que sabemos, de forma teórica y gris, qué es un gato, pero que esa hermosa presencia es, ante todo, “Aire y fuego / silencio danzante. / Misterio y pregunta. / Mil respuestas cambiantes”. Este libro es una suma de estampas amorosas, de intuiciones y deslumbramientos. Su autor, alegre oficiante de la “religión / discretamente felina” a la cual pertenecemos los aparentes dueños de los gatos, nos cuenta cómo Thor, el “pelirrojo fuego” que comparte sus nueve vidas con el poeta y su familia, es la diminuta divinidad doméstica que tiende su hechizo de sedosa exigencia sobre cada rincón de la casa y del alma de su dueño, quien registra minuciosamente sus transfiguraciones en dragón, flor, nube, luna, moneda que tintinea al ronronear. Ruy Sánchez evoca a otros escritores, a otros oficiantes que supieron, también, que en el silencio gatuno se cifra lo que no comprendemos del todo: el porqué de la vida. La vida y el gato son “luz que es claridad y misterio / como un libro que al final se cierra”. VERÓNICA MURGÍA.
942 _cMO
999 _c276710
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